Las afirmaciones de que los diplomáticos estadounidenses sufrieron misteriosas lesiones cerebrales después de haber sido atacados con un arma secreta en Cuba han sido cuestionadas por neurólogos y otros especialistas del cerebro. Un informe médico encargado por el gobierno de Estados Unidos, publicado en marzo, encontró que el personal de la embajada de Estados Unidos en La Habana sufrió daños cerebrales similares a conmociones cerebrales después de escuchar ruidos extraños en casas y hoteles, pero médicos de Estados Unidos, el Reino Unido y Alemania han impugnado las conclusiones.
En cuatro cartas separadas al Journal of the American Medical Association, que publicó el estudio médico original, grupos de médicos especializados en neurología, neuropsiquiatría y neuropsicología describieron lo que creían que eran defectos importantes del estudio. Entre las críticas, publicadas el martes, se encuentra que el equipo de la Universidad de Pensilvania que evaluó a los diplomáticos malinterpretó los resultados de las pruebas, pasó por alto los trastornos comunes que podrían haber hecho que los trabajadores se sintieran enfermos, o descartó las explicaciones psicológicas de sus síntomas. Los médicos de la Universidad de Pensilvania defendieron su informe en una respuesta formal en la revista, pero los especialistas se mantuvieron firmes en sus críticas.
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